En los últimos años, la Unión Europea obliga a los Estados miembros a establecer niveles nacionales de referencia para las concentraciones del gas Radón en recintos cerrados y a adoptar medidas adecuadas para limitar la penetración del radón en los edificios.
El Radón es un gas radiactivo y cancerígeno que procede de las rocas y suelos, es decir, se ubica en la propia naturaleza. Este tipo de gas no suele presentarse en niveles altos al aire libre, sin embargo lo podemos encontrar en nuestras viviendas, especialmente en zonas con suelos muy permeables.
Normalmente se encuentra más en las plantas subterráneas y en las primeras plantas. A medida que vamos subiendo de planta, se reduce. Es decir, a más altura, menor cantidad de radón.
La aparición o no de esta tipología de gas está estrechamente ligada a las características del terreno. Hay zonas geográficas que debido a su geología es más probable encontrar edificios con niveles elevados.
Las láminas impermeabilizantes y los aislamientos protegen al edificio de problemas estructurales al sellarlo, protegiéndolo de todo tipo de humedades, incluso del gas Radón.
Está demostrado que las láminas usadas como barreras anti-radón pueden reducir la presencia del gas en un 90% en los sótanos, tal y como se establece en los resultados del ensayo realizado por la universidad de Cantabria y el instituto de Ciencias de la construcción Eduardo Torroja.
Hemos desarrollado una gama específica de láminas impermeabilizantes recomendadas como barrera contra Radón para edificación. Todas las láminas anti-radón están certificadas, en concreto las láminas POLITABER COMBI 40, POLITABER COMBI 48 y la ChovAPLAST Alum BV 30.
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