La cubierta inclinada es un elemento esencial en la protección de edificios y estructuras contra las inclemencias del clima y otros factores externos. La forma en que se asegura y sostiene la cubierta, puede tener un impacto significativo en su durabilidad, resistencia y apariencia estética.
Por lo que es necesario destacar que existen dos tipos fundamentales de fijación dentro de las cubiertas inclinadas: las fijaciones mecánicas y los adhesivos. Las fijaciones mecánicas implican el uso de elementos físicos como tornillos, clavos, pernos, mientras que los adhesivos utilizan materiales de pegado para unir los elementos de la cubierta.
Es necesario realizar una buena elección de la técnica a utilizar, ya que tanto las fijaciones mecánicas como los adhesivos, muestran ventajas y desventajas que pueden afectar a la integridad y rendimiento de la cubierta a lo largo de su vida útil.
En definitiva, las fijaciones mecánicas ofrecen una conexión robusta y accesible, especialmente adecuada para facilitar el mantenimiento a lo largo del tiempo y garantizar la unión entre componentes. En cambio los adhesivos, brindan una apariencia más limpia y estética pero deben utilizar con especial precaución teniendo en cuenta las condiciones climáticas y el tipo de material a adherir.
Por lo que desde BMI tenemos en cuenta este tipo de soluciones sabiendo que la elección entre ambos métodos, dependerá del diseño de la cubierta, las condiciones específicas del proyecto y las preferencias obtenidas por el diseño del edificio.
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