La cubierta es una de las partes más importante de una edificación, por lo tanto es necesario realizar un mantenimiento adecuado para velar por la durabilidad de la misma y evitar patologías que pueden provocar daños y falta de salubridad. Para este mantenimiento, recomendamos las siguientes acciones, pudiéndose ampliar estas condiciones según sea necesario o lo determine la empresa mantenedora:
- Mantener un archivo con todos los registros relacionados con la cubierta:
- Garantía de BMI
- Informes de inspección
- Facturas de reparación y mantenimiento
- Planos de construcción originales, especificaciones y facturas.
- Inspeccionar después de invierno y verano. Al menos una vez al año, recomendable dos veces al año, en primavera y otoño.
- Revisar el estado de la cubierta tras un fenómeno meteorológico relevante: Inspeccionar la cubierta en busca de daños después de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas de granizo, lluvias torrenciales, vientos fuertes, etc.
- Capacidad de reparación: Recomendamos que todas las reparaciones sean realizadas por un instalador BMI RoofPro y materiales BMI, siguiendo nuestra guía de instalación.
- Mantener la mampostería en buenas condiciones.Examina las paredes de mampostería y las albardillas en busca de:
- Grietas y juntas de mortero deficientes
- Sellado deteriorado
- Piedras de mampostería/albardilla flojas
- Indicaciones de absorción de agua. Repara todas esas condiciones para evitar la infiltración de agua.
- Mantener al equipo de la cubierta. Examina el equipo de la cubierta para detectar problemas que den lugar a la infiltración de agua, entre ellos:
- Aire acondicionado, respiraderos y tuberías
- Bases de equipos o pantallas
- Tragaluz
- Antenas parabólicas
- Paneles solares y equipo de montaje
- Mantener el recubrimiento de la cubierta, si lo hay. Elimina cualquier derrame de refrigerante, aceite, grasa, etc., y repara la membrana de la cubierta si ha sufrido daños. Examina los revestimientos de protección y vuelva a cubrir cualquier área agrietada, descascarada, ampollada o desgastada con un revestimiento de cubierta BMI compatible.
- Minimizar el tráfico en las cubiertas no transitables. En el caso de cubiertas no transitables, limita el acceso a la cubierta solo al personal necesario para minimizar el tránsito. Es importante mantener un registro de acceso a la cubierta de modo que puedas asegurar quién ha estado en la cubierta en caso de que ocurran daños en ella debido a las labores de otros trabajadores.
- Limpieza:
- Limpieza de los elementos de desagüe (sumideros, canalones y rebosaderos) y comprobación de su correcto funcionamiento, al menos una vez al año.
- Recolocación de la grava, al menos una vez al año.
- Comprobación del estado de conservación de la protección o cubierta
- Comprobación del estado de conservación de los puntos singulares.
10. No ignorar pequeños daños. Un pequeño rasguño o una pequeña grieta pueden parecer insignificantes, pero con el tiempo y la exposición a los elementos, pueden convertirse en problemas graves. El viento, la lluvia y la expansión/ contracción por la temperatura pueden agrandar estos daños, llevando a filtraciones y reparaciones mucho más costosas. Actúa rápido, incluso con lo más mínimo.