Las cubiertas verdes son una solución cada vez más popular en la construcción, que permite una revitalización verde de las ciudades. Antiguamente los edificios se cubrían con césped para que las plantas y la tierra aislasen de forma eficiente el interior y protegiesen frente a los agentes atmosféricos. Está claro que los sistemas modernos se diferencian de estos históricos, pero igualmente tienen la función de garantizar un buen aislamiento de la cubierta.
En este artículo aprenderás:
Una cubierta verde es una superficie cubierta por una capa de vegetación, que se siembra en una base especial llamada sustrato. Tipo de cubierta son más habituales las tipologías planas, ya que se trata de un espacio utilizable adicional que debe recordar a un jardín tradicional, solo que en lo alto del edificio.
Las cubiertas verdes son denominadas a menudo cubiertas ecológicas, vegetales o vivas. Además, se dividen en cubiertas intensivas y extensivas.
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Las cubiertas verdes pueden ser diseñadas en sistema invertido o convencional. En las cubiertas ajardinadas invertidas, a diferencia de una tradicional, la capa aislante térmica está colocada sobre la impermeabilización. Esta distribución provoca que la capa impermeabilizante esté adicionalmente protegida no solo contra los daños mecánicos, sino también contra la acción de las condiciones atmosféricas. En el sistema ajardinado tradicional, la impermeabilización se coloca sobre la capa aislante. Pues dicho aislamiento debe quedar protegido frente a la exposición directa a la humedad.
En función del tipo de estructura los sistemas se diferencian en el espesor de las capas, aunque en todos ellos es posible encontrar los siguientes componentes:
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Las plantas en la cubierta no solo desempeñan funciones estéticas.
Las cubiertas verdes devuelven un pedazo de naturaleza allí donde la naturaleza tuvo que dejar su lugar a los edificios.
Al planificar la superficie de la cubierta, independientemente de que se trate de un edificio nuevo o rehabilitado, merece la pena tener en consideración la cubierta verde. Recuerda que en todas las cubiertas verdes, ya sean extensivas o intensivas, lo más importante es una impermeabilización de la cubierta resistente al crecimiento de las raíces.
En las cubiertas verdes son una solución óptima las membranas:
Tampoco te olvides de un aislamiento térmico adecuado bajo la impermeabilización. La mejor solución es el sistema COBERT BMI THERMAZONE MG (cubierta convencional) o sobre la impermeabilización ChovAFOAM XPS (cubierta invertida).
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Las cubiertas verdes pueden encontrarse tanto en edificios nuevos como en otros ya existentes. La limitación para esta tecnología es, no obstante, la capacidad de carga de la estructura del edificio. Durante el diseño de un techo cubierto de vegetación es necesario tener en consideración la carga de todas las capas (empapadas de agua). Por lo tanto, antes de comenzar cualquier trabajo, recomendamos consultar con uno de los expertos de BMI.
La estructura de la cubierta verde deberá ser ligera y estable, garantizar el equilibrio térmico e hidrológico. Los materiales empleados deben caracterizarse por unos elevados parámetros técnicos: los materiales sobre la impermeabilización están siempre húmedos, otros expuestos a la acción de las raíces y sometidos a grandes cargas.
El coste de la colocación de una cubierta verde es mayor que el de los recubrimientos tradicionales de las cubiertas. El coste de los materiales depende del tipo de cubierta, pero en el caso de una estructura invertida se estima en torno a los 60-120 euros/m2 (los importes indicados son orientativos, recuerda consultar siempre los precios actuales con un especialista que prepare un presupuesto completo de la inversión). Los costes de mano de obra y equipos también pueden diferir bastante, en función de la localización y la disponibilidad de contratistas. Tampoco se deben olvidar los costes de mantenimiento, relacionados con la conservación y el cuidado de la vegetación.
Los beneficios pueden observarse a lo largo de todo el año. En invierno la superficie vegetal provoca una disminución del consumo de energía para la calefacción y en verano el coste de refrigeración del edificio también puede reducirse. El importe del ahorro depende del diseño de la cubierta, de los materiales utilizados y también del grosor de la llamada capa verde.
Las cubiertas verdes son una solución cada vez más popular en la arquitectura y la edificación, que permite no solo conseguir un espacio bonito y verde, sino también beneficios para el medio ambiente. La empresa BMI Group ofrece una amplia gama de productos y soluciones para crear cubiertas verdes, que garantizan durabilidad y eficiencia, así como un aislamiento térmico eficaz. Nuestros expertos responderán de buen grado a todas las preguntas, independientemente de la etapa del diseño o de la construcción en la que te encuentres.
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Los sistemas completos para cubiertas verdes que ofrece BMI son adecuados para su empleo en la mayoría de las superficies. Por lo tanto, se puede cubrir de verde no solo la cubierta, sino también un garaje o un tejadillo. BMI suministra soluciones para grandes superficies y también otras adaptadas a construcciones ligeras. Las membranas adecuadas protegen la estructura frente a la penetración de las raíces, por lo que la vida útil de la cubierta verde se prolonga considerablemente. En BMI sabemos que la cubierta es algo más que la coronación del edificio, por eso no solo nos preocupamos de su aspecto, sino también de su protección en forma de la garantía por nuestros productos y sistemas.
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Las cubiertas verdes aportan belleza y un encanto natural al entorno de un edificio. La vegetación crea una vista agradable y al mismo tiempo original, tanto para los habitantes como para las personas de fuera, que gracias a estas soluciones recuerdan más fácilmente el proyecto y su carácter único. Además de los beneficios evidentes desde el punto de vista de la ecología y la ergonomía del edificio, las cubiertas verdes pueden ser empleadas como espacio de ocio para los habitantes, algo tan escaso hoy. Diseñadas como jardines, terrazas, lugares de descanso o incluso de cultivo de verduras y frutas se convierten en un lugar adicional para el relax y los encuentros al aire libre.
En los últimos años puede observarse un número cada vez mayor de edificios con cubiertas verdes, especialmente en las grandes ciudades. Las organizaciones, los arquitectos y los inversores valoran cada vez más los beneficios que aporta esta forma de arquitectura sostenible, por lo que BMI se esfuerza para apoyar de forma integral este tipo de proyectos. Somos un apoyo tanto para los propietarios de edificios como para los arquitectos.
Para una cubierta verde ligera lo que mejor funciona es una mezcla de sedum, a las que les gustan tanto los lugares soleados como los ligeramente sombreados. Elige mezclas ricas en especies favorables para las abejas, que no solo tendrán un valor ecológico, sino que también adornarán bellamente el edificio con diferentes colores.
Elige plantas:
La vida de una cubierta verde depende, por supuesto, de numerosos factores, a saber, el tipo y la calidad de la instalación, el cuidado, las condiciones climáticas y los materiales utilizados para la construcción de la cubierta. Para un diseño, ejecución y posterior cuidado adecuados las cubiertas verdes tienen potencial para ser construcciones resistentes y duraderas.
Por ejemplo, una cubierta verde bien mantenida a base de membrana impermeable al agua y con unas capas del sistema de la cubierta adecuadamente elegidas puede durar de 20 a 50 años. En el caso de cubiertas basadas en vegetación extensiva, que son menos exigentes y tienen capas de sustrato delgadas, la vida puede ser de 10 a 30 años.
Merece la pena destacar que el mantenimiento y el cuidado regular son claves para prolongar la durabilidad. La retirada regular de las malas hierbas, el abonado, el riego y el control del sistema de drenaje son importantes para mantener una vegetación sana y duradera y evitar problemas relacionados con la humedad y el agua.
Una cubierta extensiva tiene por lo normal una capa fina de sustrato con un grosor de hasta 15 centímetros. Este pequeño grosor del revestimiento hace que sea más ligera y esté mejor adaptada para una vegetación con crecimiento pequeño, como sedum, hierba o musgo. Las cubiertas extensivas son más resistentes a la sequía y más sencillas de mantener.
Una cubierta intensiva tiene una capa de sustrato considerablemente más gruesa, normalmente de más de 15 centímetros, lo que ofrece mayores posibilidades de crecimiento de las plantas. Su mayor grosor permite sembrar plantas más grandes, como arbustos, árboles e incluso jardines en la cubierta. Las cubiertas intensivas requieren sistemas de drenaje más avanzados, un apoyo estructural y un cuidado regular.
No obstante, merece la pena recordar que el grosor del revestimiento puede ser diferente en función del proyecto, las condiciones climáticas locales y el carácter específico del edificio. Antes de tomar una decisión sobre la elección entre cubierta extensiva e intensiva recomendamos consultarlo con nuestro experto.
Las cubiertas verdes contribuyen a obtener los puntos necesarios para obtener las certificaciones BREEAM y LEED para el edificio.
Los certificados de edificios BREEAM y LEED son sistemas internacionales de evaluación de la construcción y el uso sostenibles de edificios. Ambos certificados tienen como objetivo promocionar proyectos y edificios que sean respetuosos con el medio ambiente, energéticamente eficientes, también en cuanto al consumo de agua, saludables para los usuarios y conformes con los principios del desarrollo sostenible.
BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) es un sistema desarrollado en Gran Bretaña, que evalúa numerosos criterios, tales como la gestión, la salud y la comodidad, la energía, el transporte, el agua, los materiales, los residuos, la ecología y la innovación.
LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) es un sistema desarrollado por U.S. Green Building Council (USGBC) en los Estados Unidos. La evaluación en el marco de LEED tiene en consideración categorías tales como el diseño verde, el aprovechamiento eficiente de la energía, los materiales y recursos sostenibles, la calidad ambiental del interior y las innovaciones de diseño.
Ambos sistemas de certificación tienen como objetivo promocionar los edificios respetuosos con el medio ambiente y promover el desarrollo sostenible en el sector de la construcción.
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